Volvemos después del verano. Hemos tenido muchas ocupaciones laborales durante este tiempo, disculpad la ausencia de nuevos contenidos.

lunes, 3 de enero de 2011

Leonardo Da Vinci: también chef



          
La figura de Leonardo nos es sinónimo de "homo universalis", de genio del Renacimiento, y de gigante artístico e intelectual. 

Aparte de sus maravillosas pinturas, todos hemos oído hablar en alguna ocasión de sus otras grandes facetas como inventor de numerosas máquinas (la mayoría de ellas no llegaron a fabricarse y se quedaron en proyecto) y forense (sus estudios anatómicos, aparte de una obra artística impresionante, tuvieron un valor incalculable en el campo científico) . Pero quiero dedicar este post, a una parte de la vida del artista que nos es más desconocida: la gastronomía.

En 1980 es encontrado  el llamado Codex Romanoff, que es atribuido a Leonardo. Esta obra despertó el interés no sólo de artistas sino también de aficionados a la cocina. ¿Qué encontrábamos en este códice? Desde recetas originales e incluso absurdas y estrambóticas, pasando por reglas y modales en la mesa, normas de servicio e incluso desconcertantes (para su tiempo) diseños de artefactos de cocina, como si de antepasados de los actuales electrodomésticos se tratara.

Tal fue el interés que despertó que en 1987 fue editado bajo el título de "Notas de cocina y del cuidado de la mesa de Leonardo da Vinci".

Sea o no verdadero este documento, lo que está claro es que aquí nos encontramos con otro de los sueños y objetivos del artista que no pudo llegar a cumplir del todo: el de triunfar como chef. Y es que aunque lo intentó con creces, sus recetas fueron totalmente incomprendidas.

Ya desde la infancia, Leonardo se sintió atraído por la gastronomía, debido posiblemente a que su padrastro era pastelero (Leonardo tiempo después presumirá de preparar "pasteles como ningún otro"). Durante su aprendizaje como pintor en el taller de Andrea del Verrocchio, entabló buena amistad con Sandro Botticcelli, también aprendiz del taller. Con el compartía el gusto por las tabernas. También fue castigado durante su primer año por "tragón", ya que no paraba de comer los pasteles que su padrastro le enviaba.

Leonardo trabajó además durante un tiempo en las cocinas de una taberna llamada "Los Tres Caracoles". En ella inventa platos que podríamos calificar de minimalistas: pequeñas porciones de comida sobre pedacitos tallados de polenta (cereal originario del norte de Italia). Pero los clientes de aquel entonces no vieron con buenos ojos estos nuevos platos, y tuvo que dejar de realizarlos. Tiempo después abriría en ese mismo local un restaurante propio con Sandro Botticcelli, que sufrió el mismo rechazo, y además , se destruyó en un incendio. Se trataba de "La Huella de las Tres Ranas", y como curiosidad comentaros que estaba decorado por sendos lienzos pintados por Leonardo y Sandro. Su comida minimalista sin embargó espantó a la clientela, ya que por aquel entonces la población gustaba más bien de una dieta hiper calórica.

Frustrado, Leonardo intenta probar suerte con la nobleza; y tratándose de beneficiar de la guerra que Lorenzo Médici libraba contra el Papa, le envía una serie de maquetas de máquinas de guerra fabricadas con mazapán. Pero Lorenzo no supo de que se trataba, y durante la cena, las sirvió como postre a sus invitados.

Gracias a una carta de recomendación comenzó a trabajar para Ludovico Sforza, El Moro, bajo el título de consejero de fortificaciones y maestro de festejos y banquetes de la corte. Le encargó entonces El Moro preparar el menú para la boda de su sobrina. La propuesta de Leonardo fue nuevamente rechazada: La anchoa enrollada sobre rebanada de nabo (tallado como una rana), la zanahoria tallada , el corazón de alcachofa o los testículos de un cordero sobre crema fría no era la idea que tenía Ludovico para el banquete.




Éstos son hábitos indecorosos que un invitado a la mesa no debe practicar :

•    Ningún invitado ha de sentarse sobre la mesa, ni de espaldas a la mesa, ni sobre el regazo de cualquier otro invitado.
•    Tampoco ha de poner la pierna sobre la mesa.
•    Tampoco ha de sentarse bajo la mesa en ningún momento.
•    No debe poner la cabeza sobre el plato para comer.
•    No ha de tomar comida del plato de su vecino de mesa a menos que antes haya pedido su consentimiento.
•    No ha de poner trozos de su propia comida de aspecto desagradable o a medio masticar sobre el plato de sus vecinos sin antes preguntárselo.
•    No ha de enjugar su cuchillo en las vestiduras de su vecino de mesa.
•    Ni utilizar su cuchillo para hacer dibujos sobre la mesa.
•    No ha de limpiar su armadura en la mesa.
•    No ha de tomar la comida de la mesa y ponerlo en su bolso o faltriquera para comerla más tarde.
•    No ha de morder la fruta de la fuente de frutas y después retornar la fruta mordida a esa mismo fuente.
•    No ha de escupir frente a él.
•    Ni tampoco de lado.
•    No ha de pellizcar ni golpear a su vecino de mesa.
•    No ha de hacer ruidos de bufidos ni se permitirá dar codazos.
•    No ha de poner los ojos en blanco ni poner caras horribles.
•    No ha de poner el dedo en la nariz o en la oreja mientras está conversando.
•    No ha de hacer figuras modeladas, ni prender fuegos, ni adiestrarse en hacer nudos en la mesa (a menos que mi señor así se lo pida).
•    No ha de dejar sueltas sus aves en la mesa.
•    Ni tampoco serpientes ni escarabajos.
•    No ha de cantar, ni hacer discursos, ni vociferar improperios ni tampoco proponer acertijos obscenos si está sentado junto a una dama.
•    No ha de conspirar en la mesa (a menos que lo haga con mi señor).
•    No ha de hacer insinuaciones impúdicas a los pajes de mi señor ni juguetear con sus cuerpos.
•    Tampoco ha de prender fuego a su compañero mientras permanezca en la mesa.
•    No ha de golpear a los sirvientes (a menos que sea en defensa propia).
•    Y si ha de vomitar, entonces debe abandonar la mesa.

Cansado de rechazos, focaliza sus "esfuerzos gastronómicos" (no olvidemos nunca que Leonardo compaginaba todo esto con sus actividades artísticas) en la reforma de las cocinas de los palacios. Fue aquí donde trabajó en diversos artilugios semejantes a electrodomésticos: un asador mecánico (con una chimenea con hélice que funcionaba mediante el aire que provenía del exterior), un circuito para mantener el agua caliente (con una caldera unida a una serie de tubos mecánicos) e incluso una serie de cepillos giratorios para una mejor limpieza de las cocinas. El embajador Florentino Sabbada Castliglione comentó al respecto: "la cocina del maestro es un gran caos. En lugar de 20 cocineros , el personal llega casi al centenar y ninguno está cocinando, sino que todos andan atareados con los grandes dispositivos". Menuda ironía.

Harto de tanta extravagancia, su señor decidió enviarle una temporada a Santa María delle Grazie, donde pintaría su universal Última cena. Debido a que Leonardo no aparece citado en ninguno de los tratados sobre Historia de la alimentación, no se puede saber a ciencia cierta si la información proporcionada por el códice es verdadera o falsa. Pero su interés sigue siendo muy alto.

Para más información os recomiendo leer "notas de cocina de Leonardo da Vinci" de la editorial Temas de hoy, que recoge mucha información acerca de la vida del maestro en torno a la gastronomía. Aunque como ya digo, no está comprobado si es realmente Leonardo su autor o alguno de sus aprendices.

Y vosotros, ¿conoceís algún dato más acerca de esta faceta de Leonardo?
Un saludo.


Bibliografía
Notas de cocina de Leonardo da Vinci (ed. Temas de Hoy)
Leonardo da Vinci, Manual de Curiosos (Magazine, Isabel Muñoz)
Leonardo. El vuelo de la mente (Taurus, Charles Nicholl)

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